La final se la disputó contra Boca Juniors empatando en cero los dos partidos, situación que se desempató mediante una definición por penales que dio como ganador al xeneize, perdiendo por primera vez la final de un torneo sudamericano. Una victoria en Avellaneda ante Peñarol en la penúltima fecha lo hubiese colocado en su octava final, pero perdió y dejó pasar otra chance de llegar a una octava final. Independiente eliminó consecutivamente al Santos de Brasil, a un Atlético Nacional que venía de ganar la Libertadores y en semifinales a Argentinos Juniors.