En su última temporada en la Ligue 1, fue el arquero que menos goles recibió por partido junto a Keylor Navas (0.9) y también el que más vallas invictas alcanzó (14), algo que le permitió tener el mejor registro para un arquero argentino en las cinco grandes ligas de Europa. 14 goles en 37 partidos en Genoa. Desde entonces, no se movió de la Serie A, liga que se convirtió sin lugar a dudas en su zona de confort.