La cuarta oportunidad de Independiente para ser campeón del mundo fue en la Copa Intercontinental 1973. Esta vez el rival fue la Juventus italiana, equipo que reclamó que la final sea disputada a partido único en el Estadio Olímpico de Roma debido a la violencia ejercida por los clubes sudamericanos en territorio sudamericano. En la Copa de Italia se siguió destacando superando al Inter de Milán y a la Juventus en la liguilla de semifinales, por lo que consiguió llegar a la final, la cual se disputó el 28 de junio en el estadio Olímpico de Roma, donde el equipo no pudo doblegar a la Fiorentina, ante la cual cayó por 2:3 (sin poder contar con el trabajo de Gianni Rivera).