La previa ha estado marcada por el temor a que se vuelva a repetir un suceso como del curso pasado, donde la afición del Barça se sintió ultrajada en su propio campo. El conjunto de Xavi Hernández, con solo tres puntos en tres jornadas tras caer ante Bayern y el propio Inter de Milán y vencer al Viktoria Plzen, debe ganar sí o sí si quiere seguir con vida en la Champions League a un rival que se le atragantó en la ida (1-0 para los italianos) y que, de perder, provocaría un terremoto inesperado por el propio Barça.